Es víctima de falta de sueño, a tientas intenta resarcir sucesos imposibles de enmendar. Irrefutable su opinión, no deja espacio a ninguna persuasión. Es víctima de una noche insomne, embestida uniforme, no apaciguará ante su desigualdad, no cederá, siquiera atinar a un ecuánime dictamen o concepto. Se ha rebelado ante su víctima, acabara con ella de manera decisa, actuará de forma pasiva. Ha decidido terminar con su cordura, incitar a la locura, aglomerar puras calumnias, con el plan de exterminar, esa superior capacidad. El miedo agudiza, el martirio inicia. Angustioso pánico invade su cuarto y decide instalarse a modo de aferrarse, sabremos su víctima no escapará. Es una víctima inteligente, transversal se esconde, poco negligente. Ambos dudan, qué les sucumbe, sólo preguntan. La víctima evade sus sentimientos, reprime sus emociones, esto favorece a todas sus reacciones, si su prudente y perspicaz plan sigue en marcha, triunfará y ganará la batalla. Ahora el enemigo, sólo debe partir para volver a presentarse inoportuno, cuando éste encuentre sueño nocturno, ya es hora de despertar.

Motivo emotivo.

"No son los pesos de la vida los que nos llevan hacia abajo, sino el cómo los manejamos"



Siempre pensé que la felicidad era un momento. Momentos nada más.
Ok, todo ese raciocinio que me formé a través del tiempo me dispongo a tirarlo por la borda.
No puedo decir únicamente que tengo momentos felices, aunque así sea. Todo depende del enfoque que elabore, del sentido que le de a las cosas que se suceden.
Quiero ser como el águila en las tormentas: espera los vientos de la misma y se eleva, vuela sobre ella, no escapa, la utiliza para levantarse más alto.
Y bien, no voy a inclinarme al pesimismo, ni dejar fluctuar a los demás ese aspecto en mí. No voy a dejar que la influencia negativa me haga titubear.
La forma en la que pensamos, sobre esto, aquello, sobre nosotros, finalmente obedece a nuestro estado mental.
Soy el producto de lo que elijo ser.
Soy feliz.
Y no tengo algún motivo en particular. Tengo todos los motivos emotivos.
Las experiencias que nos acontecen, sean buenas o malas, son justamente experimentales, aprendizajes, lecciones. Y puedo tomarlo a menoscabo, a mal.. o proyectarlo para mi beneficio.
Útil darle fin al auto boicoteo.

Las flores que nacen de mí

Bueno, a ver, para ser realista no estoy, ¿Cómo se dice? Ah sí, feliz.
No, la verdad es que la felicidad y la alegría no están colmándome de pensamientos rosados, cándidos, incluso ingenuos. Pero tampoco puedo decir que estoy mal, ya pasé por ése momento. Estoy como la mismísima nada, todo me parece absoluta y parcialmente neutro. Y eso debe ser lo que me tiene así… todo parece tan inanimado, inerte, en sí, tan nada.
Tengo en frente mío una transición ineludible. Y no se puede evitar.
Soy como ése conjunto de tejidos y células que se unifican para dar vida. Soy como ese brote germinándose para aflorar. O al menos mis ideas, emergen, las flores que nacen de mí.
Nada de lo que dije tiene mucho sentido, pero es lo que siento, siento que todo está calmo, no hay razón para esconderme ni motivo por el cuál desbordar de satisfacción.
La nada misma me ayuda a pensar, que si algo la desequilibra voy a extrañarla, pero si sucede algo realmente bueno, voy a extrañarlo cuando vuelva a sentir esto que es casi abiótico y sin gracia.
¿Qué se siente cuando no se siente nada?
Yo mejor, me voy a soñar un rato..

Mis días grises

Vislumbro por el ventanal el follaje otoñal, el flujo bidireccional de las personas en la calle, la inactividad que me caracteriza y me hace sentir poco funcional. Es un día gris, de los más hermosos para mí. El pavimento, los edificios y las cosas se fusionan con el horizonte, con el confín desdibujado.. Hoy no puedo pensar, hoy soy puro ello. ¿Cómo dejé que volvieras para irte?. Traté de ser yo quien lo tuviera, sutílmente, creíste que era una jugada más pero me adelante a tomarte como a un juguete, porque lo supe desde antes, lo supe siempre. Pero es parte de algo que alojé debajo de los escombros. Y.. y éste es otro asunto más casual, dije que nunca aceptaría la idea de compartirme. Nunca voy a ser dos, me sometí a mí misma, porque soy yo hoy y siempre y las personas siempre van a ser un reflejo de la imperfección, sólo puedo contar con él. Prometo que no voy a echarte de menos, aunque te echo de menos, prometo que no voy a convertirme en eso que odio, aunque fue en lo único en que me estuve convirtiendo, prometo ceder del poder de las cosas que en realidad nunca fueron mías.
Una vez más quiero pensar 'soy más fuerte'. Creí que no caería en esto, que estaba por encima, controlando todo. Fuí vulnerable, me volví adicta a tu oscuridad y fuí parte del montón. Ya no más. Ya no.
Y en este día, uno de los más hermosos para mí, donde vislumbro el follaje otoñal y el flujo bidireccional de las personas, en la inactividad que siempre me caracterizó, pienso que podría encontrarte cortando el pavimento, los edificios y las cosas que se fusionan con el confín del horizonte, para poder darme paz y dejar de echarte de menos.