Hoy es uno de esos días donde prevalece mi mal humor. Antepuse a cada oración que salía de mi boca la palabra NO; no lo sé, no quiero, no puedo, no voy y tampoco vengo. Indefectiblemente no, es mi día. Siempre dicen cosas como, "el pesimismo siempre conduce a la debilidad y el optimismo al poder" aseverando frases insulsas, por ejemplo: 'hay que ser positivo', 'podría haber sido peor', 'pensá en que no pasó tal cosa' y cuando sucede algún acontecimiento negativo nadie quiere pensar en positivo, mucho menos pensar que podría haber sido peor, y no, no pasó tal cosa, ¿y? Aunque esa catástrofe se resuma en un abominable corte de pelo, ver una seguidilla de fotos "sensuales" de Zulma Lobato, o ambas (peor cataclismo combinado no conozco).

Lo importante es poder asimilar pensamientos positivos, y negativos también. No es cuestión de convertirse en un incrédulo de la vida misma, o en un risueño carialegre que se muestra jovial y contento cuando las cosas van de guatemala a guate-peor. odiemos un poco. Igual siempre pensé en la aceptación de lo que se tiene y de tomarlo como una filosofía escencialmente neutra.