De la noche a la mañana, me dejó de querer
No me habla ni me busca, de mí no quiere saber
Nada que pueda ofrecerle, es algo que en verdad quiera
Nada que pueda obsequiarle, es algo que en verdad desea.

Siento un mal, tristeza y un alivio inquitante
Algo bueno que esperaba, escapar de sus celos incesantes
Es que porfín acabó de agobiarme con sus reproches, perorata
No podía aceptar la idea de escuchar sus palabras insensatas.

Ah, dejar de amar y sin motivo aparente..
Es signo irreflexivo de quien se encapricha con algo
Gracias a Dios te perdí, y tu capricho no me hace daño.

Pensé que iba a sufrirlo, pero fue más fácil de lo que esperaba
En realidad nunca quise saber de alguien, que de mí no supiera nada

Me dedico a justipreciar a quien creo lo merece
Sólo las personas que distingo, a quienes me apetece
Soy omnivalente, cargo con miles de preguntas:
¿Qué te accionó a quererme sin sentido o razón alguna?

No Response to " "